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Si hay un tema recurrente y polémico, actualmente activo en Estados Unidos, es el de la inmigración; en especial por las campañas presidenciales que van cobrando fuerza con el paso de los días.

Algunos apuestan a no apoyarla, otros la apoyan con mucho énfasis. Esto último en especial por la gran cantidad de inmigrantes (en su mayoría hispanos) que hacen vida en territorio estadounidense.

Uno de los candidatos, Jeb Bush presentó recientemente un plan para mejorar la seguridad.

 

Si bien el candidato es Republicano, no se ha mostrado en desacuerdo con permitir que la situación de inmigración sea normalizada, y es que el candidato está casado con una mexicana, habla español y considera que sus hijos son también hispanos.

Una de las principales acciones que el ex gobernador de la Florida considera importante es asegurar la frontera contra la inmigración ilegal

Centrarse en la seguridad de la frontera como condición para cualquier modificación de las leyes de inmigración del país se ha convertido en un punto central y Bush se ha dedicado a defender su apoyo a crear un camino a la residencia permanente para los que viven ilegalmente en el país.

Bush se basa en crear bases avanzadas, aumentar el uso de los muy populares drones y junto a estos, tecnologías que permitan vigilar a traficantes de drogas. Algo que si bien no es nuevo, es importante sea impulsado. Muchas de estas recomendaciones de seguridad datan de 2013 cuando Bush las sugirió en su libro titulado “Immigration Wars” [Guerras de Inmigración], que escribió con el ex fiscal federal Clint Bolick.

Para el candidato republicano los inmigrantes que han llegado a Estados Unidos de forma ilegal lo han hecho como “un acto de amor”, ya que buscan una mejor vida tanto para ellos como para su familia y futuras generaciones.

Para el candidato, encontrar una respuesta al debate nacional sobre la inmigración es clave para el crecimiento económico de la nación; para él, la deportación masiva no es una opción viable para lograr el éxito. No lo considera un “valor estadounidense”.

Entre sus propuestas en relación a  las personas que ya viven ilegalmente en el país, Bush considera que debe exigírseles una verificación de antecedentes penales, pagar multas e impuestos, aprender inglés, obtener “un permiso temporal de trabajo” y conseguir empleo antes de recibir un estatus legal.

El Comité Nacional Demócrata criticó el plan de Bush, sin embargo el debate sigue abierto y lo estará hasta que las elecciones tengan lugar en 2016.

Es importante destacar el papel de los inmigrantes en este período de elecciones,todo indica que será determinante.