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Es una práctica bastante común, la de casarse con una visa de turista para poder lograr la residencia en los Estados Unidos. Sin embargo, así como es común, es también muy peligrosa, y trae consigo muchos problemas legales.

La Visa de Turista es un permiso temporal para estar en los Estados Unidos, por un tiempo aproximado de tres a seis meses. Durante este lapso el inmigrante no puede trabajar o matricularse en la universidad.

Aunque no está prohibido contraer matrimonio durante el período de vigencia de la visa de turista, lo cierto es que las autoridades migratorias harán una rigurosa entrevista para verificar que el matrimonio no ha sido por conveniencia; pues si ese fuera el caso, las consecuencias legales serán definitivas.

Incluso, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) puede rechazar, de forma inmediata, la petición de residencia si considera que la persona ingresó a Estados Unidos con la plena intención de contraer matrimonio.En este caso, el inmigrante deberá abandonar Estados Unidos y tramitar la residencia permanente en su país de origen, algo que puede demorar varios meses, incluso años.

Si el caso es distinto y es aprobada la residencia, ésta inicialmente durará dos años, mientras se descarta que la unión se realizó por conveniencia.

Si USCIS demuestra que el matrimonio ha sido fraudulento,  se cancelará la residencia, se impondrá una multa y  se deportará al solicitante a su país de origen. Incluso podría ir a prisión.

¿Problemas de aduanas?

Es posible que el oficial de Inmigración en la frontera de Estados Unidos (puerto, aeropuerto o frontera terrestre) prohíba la entrada de un extranjero con una visa de turista cuando sospeche que este tiene la intención de casarse. Cuando converse con él no mienta ni omita datos importantes.  Acepte además, que estos oficiales están autorizados para abrir el equipaje por lo que artículos sospechosos (vestido de novia, regalos, etc) podrían aumentar la desconfianza en sus intenciones.

Inmigración tiene la potestad, en casos como estos,  de prohibir la entrada del extranjero, aunque cuente con una visa.